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Algunos signos clínicos y su posible significado

En el blog de esta semana vamos a repasar algunos signos clínicos fáciles de apreciar por los propietarios que pueden aparecer en nuestros animales de compañía, y que pueden estar indicando la presencia de algún tipo de patología.


En primer lugar hablaremos de la polidipsia. La polidipsia es el consumo excesivo de agua, y se considera que hay polidipsia cuando un animal consume más de 100 ml/kg/día. La presencia de este incremento en el consumo de agua puede estar indicando desde una enfermedad renal crónica, una enfermedad hepática, una piometra, presencia de hipercalcemia, hasta la presencia de alguna enfermedad endocrina como la diabetes mellitus, entre otras muchas causas. Por ello, si sospechamos que nuestra mascota bebe más agua de lo normal debemos realizar una medición de la cantidad exacta que bebe al día durante tres días consecutivos, y si confirmamos que efectivamente bebe más agua de lo normal deberemos acudir a nuestro veterinario de referencia con el fin de iniciar un protocolo diagnóstico adecuado. Indicar que esta polidipsia aparece acompañada por una alteración en la micción que es la poliuria (exceso de la producción de orina en consecuencia al elevado consumo de agua).


Otras alteraciones en la micción que pueden aparecer son la anuria (ausencia de producción de micción) y la oliguria (disminución de la producción de orina). Ambas pueden estar indicando que hay un problema a nivel renal o a nivel de vías urinarias bajas, como pueden ser problemas obstructivos entre otros.

En cualquier caso, debemos saber que un animal no puede estar más de doce horas sin orinar, y cualquiera de estas dos situaciones son siempre situaciones de emergencia y deberemos acudir al veterinario lo antes posible.

La disuria (micción dolorosa e incompleta) y la estranguria (micción difícil, lenta y dolorosa) también indican problema de vías urinarias bajas como el FLUTD (Feline Lower Urinary Tract Disease).


Otro síntoma llamativo que pueden presentar nuestras mascotas es la distensión abdominal. Ésta puede deberse a un acúmulo de líquido en la cavidad abdominal o a una distensión del estómago.

El acúmulo de líquido en la cavidad abdominal puede deberse a su vez a un problema cardiaco congestivo o a un problema hepático con hipertensión portal. También puede deberse a una pérdida de proteínas masiva que puede ser como consecuencia a su vez por una enfermedad renal crónica, una enfermedad hepática, una enteropatía perdedora de proteínas de diferente origen, o una hemorragia.

Por otra parte, la distensión del estómago se puede producir como consecuencia de lo que se conoce como una dilatación vólvulo-gástrica, que es una urgencia médico/quirúrgica.


Los cambios en el color de las mucosas de nuestras mascotas es una alteración fácil de observar y que también nos puede dar pistas sobre la presencia de diferentes alteraciones y patologías.

Unas mucosas pálidas pueden aparecer como consecuencia de anemia o lo que se conoce como un bajo gasto cardiaco. En contrapartida unas mucosas congestivas, es decir más oscuras de lo normal, son indicativas de una policitemia (exceso de glóbulos rojos, que a su vez puede deberse a diferentes causas), una septicemia, o cualquier otra causa de vasodilatación.

Unas mucosas cianóticas (coloración azul- morada) indica la presencia de hipoxia de cualquier origen como problema cardiaco o pulmonar. Por último, unas mucosas ictéricas ( de coloración amarilla) pueden indicar un problema de hemólisis, una enfermedad hepática o una obstrucción de vías biliares.


Por último, hablaremos de la descarga vaginal y la descarga nasal, ambas alteraciones evidentes y fáciles de detectar por los propietarios.


La descarga vaginal indica la presencia de una infección uterina o piometra. Esta patología es una urgencia médico/quirúrgica, por lo que si se observa se debe acudir al veterinario con carácter de urgencia.


La presencia de una descarga nasal nos puede estar indicando diferentes tipos de patologías. En principio saber que una descarga nasal leve y serosa sin ningún otro síntoma asociado no es patológico. Sin embargo, una secreción serosa profusa puede estar indicando una infección vírica o bacteriana.

Una secreción de tipo muco-purulento puede ser indicativo de infección vírica, bacteriana, fúngica, parasitaria, un cuerpo extraño, un tumor, un absceso, un pólipo, o rinitis.

Una secreción hemorrágica puede deberse a diferentes causas entre las que se encuentran hipertensión sistémica, alteraciones de la coagulación, leishmaniasis, ehrlichiosis, un cuerpo extraño, una neoplasia, o un traumatismo.

En resumen, si observamos cualquiera de estos síntomas deberemos acudir a nuestro veterinario de referencia, con mayor o menor urgencia en función de la posible patología que puede estar indicando, para iniciar un protocolo diagnóstico adecuado.

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